miércoles, 29 de marzo de 2023

Nunca será y mis primeros poemas de amor


En tus ojos descubrí
la serena sensación de tu profunda mirada.
De tus ojos rescaté
la irrepetible ocasión de querer y no saber.
Por tus ojos restauré
la esperada compañía y el deseo de unos brazos.

Inquieto, pero seguro de tenerte y recibir,
fueron tus manos primero las que vinieron a mí.
Tus labios fueron llegando para unidos respirar
oxígeno del mismo aire, fuerza del mismo caudal.
El contacto cristalino que en tu vientre conocí
anuncia, desde tu cuerpo, el esperado final
de mis solitarios días y mi frío amanecer.

* * *

Sueño que quiero en un sueño
el sonreir de tu pelo.
Sonrío por tu presencia
que quiero mil veces, quiero.

Siento que vibro por dentro
cuando el deseo se hace fuego.
Sueño que vivo ese sueño
donde tu amor agradezco.

Sueño que quiero ese sueño
donde la luz del sosiego
te amarra cerca de aquí.

Sueño que deseo mis sueños
para verte sonreir
cuando estás cerca de mí.

Siento que tengo ese día
en que la luz se despierta
con los colores de abril,
cuando nacen los olores
y se entreabre el jazmín.

Sueño que quiero sentir
las ramas entrelazadas
que bordadas en tapiz,
unirán tu cuerpo al mío
bajo las gotas de abril.

Sueño que vivo en un sueño
al tenerte junto a mí.

* * *

No es, ni nunca será, una luz cautivadora;
ni entre tantas recibidas, el reflejo de una rosa
a la que siempre mi mente colorea fresca y roja.

No es, ni nunca será, una sensual caricia;
ni la suavidad que mece la pasión entre mis labios
mientras mis ojos cerrados, ven que la piel se sonroja.

No es, ni nunca será, una fecha conocida;
ni regalos de aquel día que para siempre poseo,
como si un recuerdo o una posesión fuera en mi vida.

No es, ni nunca será, una lluvia de energía;
ni el planeta que gravita entre mis días
y en el que mi cuerpo aterriza.

No es, ni nunca lo será, porque ella
es la fuente de luz, la semilla del rosal,
la mano que me acaricia,
los labios que cierran mis ojos,
el universo en el que encuentro el sentido,
mi día a día,
el regalo que me entregó la vida.
Ella es María.